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Un paje cargando de confeti la carroza en la que irá hoy Baltasar. / José Vicente Arnelas

Sus majestades los Reyes Magos se han librado este año de las restricciones viajeras de la pandemia y tras su largo viaje desde Oriente, recalarán hoy en Badajoz. El último tramo de su trayecto lo harán en tren. A la estación de San Fernando llegarán a las 17.00 horas y media hora después está previsto que inicien su recorrido por la ciudad. Para los que no puedan verlo en la calle, Melchor, Gaspar y Baltasar enviarán un mensaje en directo a todos los pacenses desde la estación de trenes antes de subirse a sus tronos.

La cabalgata este año tendrá tres novedades: todo el cortejo irá con mascarilla, en lugar de caramelos se tirará confeti y el trayecto será más largo para compensar que se elimina la recepción oficial de los Reyes Magos en San Francisco.

El equipo de pajes de sus majestades se afanaron ayer para dejar listo el cortejo, que este año estará integrado por doce enormes carrozas que estarán por primera vez en Badajoz y donde los protagonistas serán personajes de dibujos y películas infantiles. Los niños disfrutarán de las figuras de gran tamaño (algunas alcanzan los cinco metros de altura) de Cars, Ice Age, Up, Mostruos S.A., los Minions, Up, Hércules o Alicia en el país de las maravillas.

Del cortejo también formará parte una carroza con un enorme ángel anunciador que precederá al montaje del portal de Belén y cerrando el desfile, los grandes tronos de los Reyes Magos. Este año, las carrozas de sus majestades simbolizarán tres continentes: Europa, donde irá Melchor, cuyo ayudante será el empresario Pepe Carballo; Asia, con sus cabezas budistas en la que irá montado Gaspar, cuyo ayudante será el pintor Ramón de Arcos, y África, decorada con enormes colmillos, desde la que Baltasar, ayudado por Jorge Mendoza, saludará a los niños pacenses.

En la cabalgata de este año participarán 300 niños, algo menos de lo habitual en unos casos por estar aislados por la covid y en otros, por precaución. En cada carroza irán una veintena para que puedan guardar la distancia de seguridad, desde donde saludarán al público sin tirar caramelos que, aunque estaban ya preparados en cajas, los pajes no los cargaron ayer en las carrozas.

El cargamento de varios kilos se volverán a precintar y quedará confinado para la cabalgata del próximo año. En su lugar, los Reyes Magos lanzarán confeti desde sus tronos para darle más colorido al cortejo.

A ellos se sumarán los distintos pasacalles así como las unidades de Policía Local, Nacional y Guardia Civil, que acompañarán el cortejo en todo su recorrido, que este año se amplía algo más de un kilómetro para evitar así que se produzcan aglomeraciones a lo largo del trayecto de sus majestades por la ciudad.

La cabalgata de los Reyes Magos hará su recorrido habitual, salvo en el último tramo. Arrancará en torno a las 17.30 horas de la estación de trenes para bajar toda la avenida Carolina Coronado. Después el cortejo atravesará el puente de Palmas, este tramo del trayecto real será el único sin público. Las carrozas avanzarán por Entrepuentes, que será el tramo sin ruido en el que tanto los pasacalles como las carrozas bajarán el volumen de la música, una experiencia que se hizo por primera vez en 2020 y que se repite este año.

La cabalgata subirá después por la avenida de Santa Marina y Enrique Segura Otaño y de ahí enfilará la avenida de Europa. En este punto es donde se prolonga el recorrido este año, ya que en lugar de doblar hacia San Francisco, la cabalgata este año continuarán por la plaza de Minayo y recorrerá por primera vez Juan Carlos I y la calle Prim hasta llegar a la plaza de los Reyes Católicos (Puerta de Palmas), donde acabará el paseo de sus majestades por la ciudad, en torno a las 20.30 horas.

La previsión del tiempo para la cabalgata avisa de la probabilidad de lluvia, pero en todas las carrozas ya se han cargado chubasqueros para los niños. La concejala de Cultura, Paloma Morcillo, al frente de la organización del cortejo, aseguró ayer que salvo que diluvie, la cabalgata saldrá a la calle.

Ella, por si acaso, y como es tradición cuando el cielo amenaza con nubarrones, le llevará huevos hoy por la mañana a las monjas para que intercedan con sus rezos para que la lluvia no desluzca un pasacalles que se espera con muchas ganas en la ciudad, después de que el año pasado no pudiera celebrarse. Así lo reconocía ayer Morcillo: «Estamos trabajando con mucha ilusión y con ganas de sorprender porque sabemos que todo el mundo espera la cabalgata con muchas ganas».